Hubo una época en la que de alguna manera estaba viva o al menos creía estarlo. Pensaba que tenía amig@s y eran muy importantes para mí y si bien yo ya no tenía sueños, quería hacer realidad los suyos, dándome así una razón para levantarme cada día.
En esos días, lo que solía ser solo un ruido insoportable, se transformó en power: escucharte me llenaba de energía, me transportaba a otro mundo, me hacía fuerte, y te sentía a mi lado aun cuando estabas muy lejos de mí.
Había escuchado que a los enemigos es mejor tenerlos cerca, y contigo lo pude confirmar. Aprendí a crear barreras de protección transparentes: te vi llorar, te vi reír, te vi sufrir, yo estaba ahí para ti y me amabas, y yo te amaba pero no de la misma manera.
Con una actuación magistral me guardé todo lo que sentía y me convertí en tu guardiana, casi siempre evitando que te pase algo malo, te cuidaba.
Acabaste con esta patética, intensa y soñadora impostora, con tus juicios, tus argumentos, tu forma de hacerme sentir que era nada, que mi forma de ver las cosas no tenía sentido. Quiero creer que no era tu intención, porque al final, eras un espejo en el que no me quería reflejar.
Quién soy? no soy nadie. No existo para ti, por lo menos no como quisiera.
Hoy que no estás pero debo reconocer lo vulnerable que era frente a ti, tanto que todo lo que hice por evitar que me hicieras daño fue en vano, porque fallé.
Aunque ya no estoy para ti, eres una huella dentro de mí y me guste o no, te recordaré cada vez que vea esa guitarra azul. GB GDP