Tengo miedo.
Cada noche una nueva pesadilla, recuerdos enterrados que salen a la luz, heridas olvidadas que vuelven a doler, temores antiguos que hoy generan pánico.
Voy a enloquecer.
Se acerca la hora y el temor empieza a crecer, estoy asustada, no quiero recordar nada más, son demasiadas cosas juntas, no puedo con todas a la vez.
No quiero dormir.
Se supone que el cóctel debería controlar mi mente y evitar que los malos pensamientos empiecen a revolotear, pero al parecer son más fuertes y se apoderan de mí.
Quiero que esto pare, que regrese la paz, que todos los muertos regresen a sus tumbas y no vuelvan a salir de ellas jamás.