martes, 23 de septiembre de 2014

Pesadillas

Un tiempo atrás dormir era la única medicina que me alejaba de la realidad, pero de a poco se está convirtiendo en el peor momento de mi día.

Tengo miedo.

Cada noche una nueva pesadilla, recuerdos enterrados que salen a la luz, heridas olvidadas que vuelven a doler, temores antiguos que hoy generan pánico.

Voy a enloquecer.

Se acerca la hora y el temor empieza a crecer, estoy asustada, no quiero recordar nada más, son demasiadas cosas juntas, no puedo con todas a la vez.

No quiero dormir.

Se supone que el cóctel debería controlar mi mente y evitar que los malos pensamientos empiecen a revolotear, pero al parecer son más fuertes y se apoderan de mí.

Quiero que esto pare, que regrese la paz, que todos los muertos regresen a sus tumbas y no vuelvan a salir de ellas jamás.