viernes, 15 de enero de 2016

¿Quién soy?

Es una de esas noches en las que, si bien no llego a tocar fondo, estoy a pocos metros de hacerlo. Al leer este blog por momentos puedo escuchar mi voz, pero también escucho a una voz que no reconozco aunque suena igual a la mía.


El tiempo no se detiene, todo cambia y aun cuando tu rostro se vea diferente, en el fondo sigues siendo tú. Será que cuando lo ves, me recuerdas? No sé por qué pienso en ti ahora. Supongo que me impactó mucho verte de nuevo.

Quisiera contarte como me siento, pero he aprendido que cuando estoy así es preferible abrir una página en blanco y escribir pensando en que tú estás leyendo.

Tengo demasiadas preguntas sin respuesta. Por momentos me falta el aire y siento que me ahogo y que necesito ayuda, pero al mismo tiempo quiero dejar de respirar.

Sigo siendo la misma de siempre, la que deja las cosas a medias, la que se aburre de todo, la que inicia con mucha ilusión una nueva etapa con un "algo", un "alguien" que la mantenga anclada y luego se queda a la deriva.

Sigo siendo un cristal a veces templado, a veces blindado, a veces catedral, a veces trizado, frágil.

Sigo sin entender qué hago aquí, despertando cada día sin una razón, solo porque sí, porque toca.

Ya no espero nada, no busco nada, no sueño con nada.

Tengo miedo. La certeza de saber que cuando hay tiempos buenos, de ley vendrán los malos luego, hace que prefiera el silencio, el vacío, nada...

Es sorprendente lo que un químico puede hacerle a tu cerebro. Es terrible no saber si lo que estás pensando es producto de un sentimiento o de un desequilibrio neuronal.

¿Quién soy?