miércoles, 29 de abril de 2015

Anclada pero a la deriva

¿Contradictorio? No es para sorprenderse tratándose de mí. Tanto tiempo sin lograr entender esos cambios drásticos de ánimo, lo difícil de convivir con "otras personas" dentro de mi cabeza, tan opuestas una de otra, la desesperación y la impotencia al seguir siendo inestable a pesar de que ya tengo ayuda extra.

Y es que no puedo explicar el por qué me siento mal por estar acostada viendo televisión o dormirme en mi día de descanso, en lugar de estar trabajando o haciendo "algo productivo". En otras circunstancias estaría súper estresada, rogando por unas horas extras para terminar los informes y balances y enviarlos a tiempo porque el plazo está a punto de vencerse, sin embargo, no tengo que hacerlo y me sigo castigando aun cuando no tengo esa obligación.

Hoy nadie me presiona, nadie me llama a exigirme que trabaje, (en realidad eso no pasaba), pero sigo con ese temor de que he olvidado hacer algo y me envuelve un escalofrío que me aterra por unos segundos hasta que reacciono y me doy cuenta de que solo es una ilusión.

En fin, se me fueron las ideas una vez más, me quedo dormida y eso hace que mi cerebro "se resetee" así que ya mi mente no divaga como antes, ahora tiene un límite, una soga que la detiene y no la deja ir más allá de un determinado punto.

Anclada pero a la deriva, atada, sin rumbo ni libertad de movimiento, prisionera por no ser capaz de controlarme a mi misma, aprendiendo a vivir con una compañera que se negará a alejarse de mí, bipolaridad...