jueves, 18 de abril de 2013

El joyero, el demonio y la Luz

Imágenes de ángeles negros.. - Imagui
Aún tengo esa escena muy clara en mi mente.  El cerebro tiene una capacidad asombrosa para almacenar información, sin que seamos conscientes de eso.

En segundos vi nuestra historia pasar de un episodio a otro, una serie de instantes desordenados, agradables unos, dolorosos otros, hasta el de aquel día en que decidí que era hora del "The end" de la película y entonces la ráfaga de fotos se detuvo.

Todas las fotos fueron a parar a un hermoso cofre, seguro yo misma lo elegí, nunca vi algo igual.  Era metálico, con una mariposa en la tapa, de un leve tono rosa pero que al reflejar la luz la dividía en los colores del arco iris. Estuvo enterrado mucho tiempo. No pude ni tocarlo, solo lo miré en las manos de quien pensé era mi otro yo. Ella estaba decida a enterrarlo pero algo se lo impedía, y no era yo, alguien más me pedía que no lo hiciera.

Ese alguien tenía una voz conocida por mí, estaba detrás de mí, y aunque no podía verlo, lo sentía brillar. Soplo un viento leve, destapó la caja y las fotos volaron como hojas elevadas por el viento.  Se fueron, y con ellas mis recuerdos.

Ella se enojó, se levantó y vi su rostro, no era yo, era un ser maligno. Su rostro era como los que se ven en las películas de terror. Sentí temor, me paralicé.  Solo la vi extender su mano cadavérica dirigiéndose a mi corazón como si quisiera arrancármelo y aplastarlo.

Dos enormes brazos se cruzaron en mi pecho como un escudo, y su calor me invadió por dentro, pero de la cintura hacia abajo sentí como mi cuerpo se congelaba. No me pude sostener en pie y caí.

Una escena apareció en mi mente: un hombre escribiendo en la arena, frente a una multitud.   Te perdono Lorena, dijo esa voz.

La voz se volvió Luz, me dejó ver la oscuridad a mi alrededor, y brillaba tanto que me hacía resplandecer como a la luna la hace brillar el sol.

Jamás debí cambiar esa Luz por un joyero, pero hoy sé que no todo está perdido. Aun tengo al sol, me ama y me abraza, y tú te fuiste con el viento. 


***** THE END *****