Hay días y días, pero ninguno como aquel en el que de la nada hace su aparición un muerto viviente, y no es precisamente uno de aquellos actores hollywoodenses, sino una persona a la que por sus acciones decidiste enterrarla en tu pasado y de la cual no has tenido noticias en años, hasta cuando decide dar señales de vida nuevamente.
Al parecer a veces hay que abrir viejos capítulos, repasar la historia, recordar como terminó y hacer algo diferente, como si se te presentara la oportunidad de corregir, no el pasado, sino el futuro.
La vida da vueltas, y es posible que alguien que te hizo daño tiempo atrás, de pronto te busca porque considera que le puedes ayudar... Qué es correcto en ese caso? ¿Ayudar?
Los años no pasan en vano, y de las experiencias queda la moraleja, y aun cuando esa infernal parte de mí quisiera aprovechar la situación, tengo en mis manos la opción de hacer lo que se debe hacer, y nada más.
Es complicado, la lucha entre poderes vuelve al escenario, pero nadie los ve, se esconden tras el telón esperando la oportunidad perfecta para atacar y tomar el control. Esta vez ¿debería ganar el equilibrio, o simplemente debería evitar la lucha?
Demasiadas preguntas. Hoy lo único que tengo claro, es que anhelo que llegue el día en que por fin desaparezca.
